A la vos de sus órdenes y de
rodillas a sus pies, a usted mi señora
sin haber ya un después le entrego
mi alma y voluntad...
Espero bajo el yugo de su látigo
aprender a ovedecer; para que así
usted me pueda ofrecer la dicha
de convertirme en su mascota...
Seré sin duda castigado, en
diversas formas; y acataré fiel
cada una de sus normas, y sera amado
cada castigo que me imponga...
Así pues de rodillas le imploro me
permita ser su perro, y vera que sin voluntad
me aferro a pintar en su rostro una sonrisa
empapada del placer que refleje mi dolor...
nueva mudanza
Hace 1 año
make me pet.
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